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A las autoridades de Baja California les preocupa que pueda generarse un incidente internacional por la detención del marino estadounidense Andrew Tahmooressi, quien ingresó por Tijuana con armas y cientos de cartuchos.
La mañana del miércoles se inauguró una plaza comunitaria para internas de la penitenciaría La Mesa.
Al Cereso también llegó José Luis Pérez Canchola, asesor de derechos humanos para el Gobierno del Estado, con un grupo de funcionarios estatales, entre ellos Mario Herrera Zárate, coordinador de Gabinete del Baja California.
Ingresaron a la enfermería de la penitenciaría debido a los problemas sicológicos que padece el marino luego de haber servido para su país en Afganistán, y Pérez Canchola fue entrevistado al salir.
Destacó que ha visitado a Andrew Tahmooressi en varias ocasiones, siempre se le brindó el apoyo necesario y la atención que necesita.
Pero las cosas han cambiado a raíz de que personas en Estados Unidos han comenzado a manifestarse para que lo liberen, que varias personas están reuniendo firmas, y hay congresistas haciendo comentarios inoportunos.
“No preocupan las declaraciones de congresistas norteamericanos, nos preocupa que se empiecen a reunir firmas”, dijo Pérez Canchola.
Pérez Canchola también indicó que hay una falta de criterio entre los agentes de la aduana, ya que unos estaban dispuestos a dejar ir al militar si entregaba las armas, mientras otros realizaron el arresto.
RECIBE ATENCIÓN
Héctor Grijalva Tapia, subsecretario del Sistema Estatal Penitenciario, explicó que a los dos días de llegar a la penitenciaría, Andrew Tahmooressi se saltó una barda que está dentro del mismo complejo de seguridad, así que rápidamente fue sometido.
Después fue llevado a una celda donde estaba solo, entonces agarró un foco, lo rompió y trató de cortarse el cuello, recibió una herida superficial, y desde entonces ha permanecido en la enfermería.
El subsecretario señaló que Andrew Tahmooressi ha recibido el mismo tratamiento que cualquier interno que necesita atención sicológica y médica, sin importar su nacionalidad o que fuera militar de Estados Unidos.
Agregó que en el Estado se encuentran encarcelados alrededor de 300 ciudadanos estadounidenses y reconoció que es común que algunos sean detenidos porque entran a México y traen algo ilegal, como pueden ser narcóticos.