La falla en la pistola que Gerardo Ovalle de 39 años portaba para cometer un asalto, permitió a sus tres víctimas someterlo y entregarlo a la policía.
El hecho ocurrió cerca del centro de convenciones Baja California Center hacia las 16:30 horas de ayer, cuando las víctimas, tres hombres con domicilio en Tijuana, volaban aviones de control remoto en la zona y fueron sorprendidos por el hoy asegurado.
Los afectados narraron a los policías municipales que se presentaron en el lugar para atender el reporte, que el sujeto quien tenía el rostro cubierto con un pañuelo y vestía una sudadera con capuchón se acercó a ellos para exigirles las llaves de sus autos, así como sus carteras y pertenencias que portaban, apuntando con una pistola.
Indicaron que el asaltante apuntó a la cara de uno de ellos y accionó el arma pero ésta no detonó, situación que fue aprovechada por las víctimas quienes de inmediato se abalanzaron contra el asaltante para desarmarlo.
Después de una lucha para desarmar al sujeto, las tres víctimas lograron someterlo mientras llegaba la Policía para entregárselo.
La pistola, una tipo escuadra de calibre 9 milímetros, se encontraba abastecida con diez tiros útiles y uno entrampado en la recámara.
La falla en la pistola que Gerardo Ovalle de 39 años portaba para cometer un asalto, permitió a sus tres víctimas someterlo y entregarlo a la policía.
El hecho ocurrió cerca del centro de convenciones Baja California Center hacia las 16:30 horas de ayer, cuando las víctimas, tres hombres con domicilio en Tijuana, volaban aviones de control remoto en la zona y fueron sorprendidos por el hoy asegurado.
Los afectados narraron a los policías municipales que se presentaron en el lugar para atender el reporte, que el sujeto quien tenía el rostro cubierto con un pañuelo y vestía una sudadera con capuchón se acercó a ellos para exigirles las llaves de sus autos, así como sus carteras y pertenencias que portaban, apuntando con una pistola.
Indicaron que el asaltante apuntó a la cara de uno de ellos y accionó el arma pero ésta no detonó, situación que fue aprovechada por las víctimas quienes de inmediato se abalanzaron contra el asaltante para desarmarlo.
Después de una lucha para desarmar al sujeto, las tres víctimas lograron someterlo mientras llegaba la Policía para entregárselo.
La pistola, una tipo escuadra de calibre 9 milímetros, se encontraba abastecida con diez tiros útiles y uno entrampado en la recámara.